La computación cuántica está llegando, poco a poco, Qubit a Qubit y con multitud de usos comerciales a punto de estallar. Serikat ya se está posicionando en esta nueva era y su Laboratorio de I+D+i está trabajando la optimización de carteras de inversión mediante computación cuántica.
El CDTI, Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación nos ha aprobado un proyecto de investigación para la optimización de carteras de inversión basado en computación cuántica.
Se trata de configurar 3 carteras de inversión en fondos para otros tantos perfiles de inversores en función del riesgo: conservador, moderado y agresivo.
El objetivo es optimizar la composición de la cartera para maximizar el cociente que resulta de dividir la rentabilidad esperada entre la volatilidad esperada. La volatilidad es una medida de la frecuencia e intensidad de los cambios del precio de un activo, por lo que suele usarse para cuantificar el riesgo.
El proyecto usará tecnología que aún está verde, pero que está llamada a ser absolutamente disruptiva: la computación cuántica. El resultado será un algoritmo que vaya decidiendo qué porcentaje del dinero hay que tener invertido en cada uno de los fondos de inversión en función del rendimiento de los propios fondos, así como de indicadores macro de la evolución de los mercados. Estamos contemplando indicadores como la inflación, el índice de precios industriales, el VIX para EEUU, etc.
El proyecto lo abordamos con dos socios, en la parte del negocio contamos con Welzia una gestora de fondos de inversión. Como socio tecnológico está Tecnalia, centro de investigación tecnológico.
El proyecto es posible gracias a la colaboración de Lantik, a través de su Hub Access accedemos al IBM Quantum Network, una iniciativa de colaboración público-privada de la Diputación Foral de Bizkaia dentro de su estrategia Quantum Ecosystem.
Aprovechando algunos fenómenos que se dan en el mundo subatómico, descritos por la mecánica cuántica, los ordenadores cuánticos resolverán algunos tipos de problemas para los que los supercomputadores actuales no tienen respuesta.
Algunos de los gigantes tecnológicos como Google, Microsoft o IBM están embarcados en la carrera por crear ordenadores cuánticos cada vez más potentes y más estables. Por países, son China y EEUU, en ese orden, quienes están haciendo las apuestas más fuertes.